Mastermind, más vale tarde que nunca

¿Cómo he podido crecer sin conocer este juego de ingenio? De repente me he dado cuenta de que todo el mundo de mi edad jugó de pequeño a un juego de mesa llamado Mastermind que salió por los años 70. Muchos lo recordarán así:

Este Mente maestra no es un juego nada tonto aunque sólo hagan falta unos cuantos pinchitos de colores. Es para dos jugadores, uno inventa una combinación de 4 colores y el otro debe adivinarla mediante sucesivas y limitadas aproximaciones. Cada vez que se acierta un color y posición se indica con una ficha negra, y si has acertado color pero no posición se indica con una ficha blanca. Así hasta dar con el código o agotar el número de intentos. Tiene este aspecto una partida:

Se han ideado después variantes más difíciles del juego original. En la que yo estoy jugando ahora, gracias a un regalo para mis nenes, debes escoger una combinación de 5 colores entre 8 disponibles, lo que lo hace más difícil de adivinar; si eres novato es mejor comenzar con que las fichas blancas y negras deben dar su información en la misma posición de la combinación a descubrir.

Por supuesto con la era de la informática enseguida salió el juego en formatos flash, en línea, y como no hasta los tienes, y en múltiples versiones, para los iPhone/iPod, en fin, que quien no le da a las neuronas caña con las fichas de colores es porque no quiere. Como dice la cajita, potencia el razonamiento lógico, favorece la percepción visual y la orientación espacial y estimula la concentración. Vamos que por un módico precio te convierte casi en un pequeño genio. Muy recomendable para pedir a los reyes o papá Noel.